Museo Federico Silva

Federico Silva

Federico Silva nació el 16 de septiembre de 1923 en México, D.F. Realizó estudios de medicina, veterinaria, derecho y antropología; en cuanto a las artes, aprendió las técnicas de encáustica, frescos y temple en los libros.

Su construcción fue en el año 1611 y hoy en día goza de una escultura contemporánea.

Se ubica en la Antigua Plaza de San Juan de Dios, sector localizado dentro del centro histórico de la Ciudad de San Luis Potosí.

Museo Federico Silva

El lenguaje arquitectónico es de un sobrio eclecticismo, básicamente neoclásico. La fachada principal frente al Jardín de San Juan de Dios, se compone en dos planos.

En el primero se encuentra el acceso principal debidamente jerarquizado por un par de columnas de orden jónico compuesto, rematado por un frontón con reloj ornamentado. Sobre los mismos planos y distribuidos simétricamente al eje, se encuentra los accesos a los pabellones laterales.

En el segundo plano abre amplias y esbeltas ventanas verticales que rompen la horizontalidad general de la composición acentuada con franjas horizontales de ladrillo en colores rojo y amarillo. Las vigas, pedestales, columnas, remates y postes, son cantera gris, de bella proporción y resueltas con sombría elegancia.

Toda la colección de la cual el museo goza y de la cual hoy podemos disfrutar fue donada por Federico Silva pero por gestión de Ana Newmann.

El museo Federico Silva es un museo que goza de gran calidad y de un excelente clima para el visitante, pues la Plaza de San Juan de Dios le brinda al museo un ambiente de comodidad, ocasionando que la visita de cada persona sea diferente, pero siempre enfocado al bienestar de esta y del museo.

A penas entrando al museo se puede ver las magnificas esculturas de las cuales goza y expone, pero la que más llama la atención a simple vista de todo aquel que se encuentra en la entrada o pasa frente al museo es la Puerta del Paraíso, que es una especie de arco y que en toda la parte del frente tiene unas puntas que le dan una vista aun más sorprendente.

Estando en el interior del museo, se encuentra esculturas igualmente magnificas como la Puerta del Paraíso, solo es cuestión de decidirse por que lado se quiere comenzar el recorrido.

El recorrido en la parte baja del museo, se divide en salas donde se encuentran las colecciones muy bien distribuidas y tienen un orden, mientras que en la parte alta del mismo, se encuentra una colección un poco más variada, pues las esculturas son de diferentes escultores y tienden hacer más pequeñas.

Son esculturas muy buenas que hacen un contraste con las esculturas de Federico Silva, pues estas esculturas son representaciones graficas de ciertas cosas, como un bocho, un sombrerero, un par de caballos y un toro, por mencionar algunas.

Pero en la parte alta del museo también hay esculturas de Federico Silva, pero estas se encuentran al aire libre y como la gran mayoría de sus esculturas son de gran tamaño.

Otra escultura, que al igual que todas las que se encuentran en exposición es de admirarse es la de Scriptum, que esta se encuentra situada en una especie de recamara en la parte baja del museo, sin duda algo muy bueno que ningún visitante puede perderse.

Este museo cuenta con muy buenas esculturas y son muy buenas, además como mencione anteriormente tienen un ambiente muy bueno.

Les recomiendo que visiten este museo pues la verdad, vale mucho la pena.